Proyectos arquitectónicos de Catalina de Médici
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Algunos de los proyectos arquitectónicos de Catalina de Médici incluyen la capilla Valois en Saint-Denis, el palacio de las Tullerías, el Hôtel de la Reine en París y extensiones del castillo de Chenonceau, cerca de Blois.
Nacida en 1519 en Florencia, de padre italiano y madre francesa, Catalina de Médici fue influenciada por el renacimiento francés e italiano. Catalina creció en Florencia y luego en Roma, bajo la tutela de los papas ligados a los Médici, León X y Clemente VII. En 1533, a la edad de catorce años, abandonó Italia y se casó con Enrique, el segundo hijo de Francisco I y de la reina Claudia de Francia. Al hacerlo, entró a la mayor corte renacentista en el norte de Europa.[1]
El rey Francisco le impuso a Catalina, su nuera, un ejemplo de realeza y difusión por el arte que ella nunca olvidó.[2] Ella fue testigo de los enormes esquemas arquitectónicos que el rey Francisco puso en práctica en Chambord y Fontainebleau y aprendió de los artesanos italianos y franceses, quienes juntos forjaron el estilo que posteriormente se conocería como «Escuela de Fontainebleau». El rey Francisco murió en 1547 y Catalina se convirtió en la reina consorte de Francia. Sin embargo, no fue hasta 1559 con la muerte de su marido, el rey Enrique, que a los cuarenta años de edad, Catalina se volvió gobernante efectiva y empezó a colocarse como una gran patrocinadora de la arquitectura en el país. Durante las siguientes tres décadas, lanzó una serie de costosos proyectos de construcción destinados a mejorar la grandeza de la monarquía. No obstante, durante el mismo periodo, la guerra civil religiosa se apoderó del país y llevó a la monarquía a su punto más bajo.[3]
A Catalina le encantaba supervisar cada proyecto personalmente,[4] los arquitectos de aquellos días le dedicaban libros, sabiendo que ella los leería.[5] A pesar de que gastó sumas colosales en la construcción y embellecimiento de monumentos y palacios, poco queda de la inversión de Catalina hoy en día; una columna dórica, algunos fragmentos en la esquina de los jardines de las Tullerías y una tumba vacía en Saint Denis. Las esculturas que ella encargó para la capilla Valois se perdieron y/o dañaron. Ahora, solo se pueden encontrar algunos pedazos en museos e iglesias. La reputación de Catalina de Médici como patrocinadora de los edificios perduró realmente en los diseños y tratados de sus arquitectos. Ellos dan testimonio de la vitalidad de la arquitectura francesa bajo su reinado.