Álbum conceptual
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En música, un álbum conceptual es un álbum unificado por un tema común, que puede ser instrumental, narrativo, en la composición o en las letras. Los álbumes conceptuales son planificados, concebidos con todas sus canciones contribuyendo a un único tema en general o a una historia, siendo esta historia o plan el concepto. Esta es la diferencia con un álbum normal de una banda, compuesto por varias canciones sin conexión entre sí, escritas por la banda/artista o siendo versiones de otros artistas/bandas. A veces se considera como un álbum conceptual a un disco con un clima o "humor" en general, haciendo que una definición precisa del término se haga muy problemática.
Por la época que es conocida como el inicio del rock contemporáneo (aproximadamente hacia 1966, cuando los críticos comienzan a hablar de “rock” y de “pop” como dos géneros separados) se empieza a hablar de dos tipos de álbumes conceptuales: aquellos que esencialmente tenían un ciclo de canciones unidas por un tema, como el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de The Beatles —que no tenía una historia— y aquellos que presentaban una trama que se desarrollaba a través del disco, como el famoso disco de Pink Floyd, The Wall. Los músicos de esa época no distinguían entre estas dos categorías, y cualquier disco que encajara en alguno de estos dos tipos era considerado un álbum conceptual. Sin embargo, esta distinción es útil para tratar de encontrar cuál fue el primer álbum conceptual en cada categoría.
Otra dificultad en determinar si un disco se "clasifica" como un álbum conceptual, surge del hecho de que tanto músicos como fanes ven cada vez más a un disco como una forma de arte unificado, no simplemente un conjunto de canciones. Las canciones en varios álbumes pueden tener un cierto sentido de cohesión, aunque no haya una unidad en las letras o en la estructura narrativa. Muchos discos que no son precisamente conceptuales, son a menudo vistos por sus fanáticos como tales. Los álbumes The Division Bell de Pink Floyd y Born to Run de Bruce Springsteen son buenos ejemplos. En este tipo de casos, no hubo una intención de los artistas en hacer algo que pareciera un álbum conceptual. Algunos discos sin un tema o una estructura narrativa pueden, sin embargo, tener una estructura deliberada, en la cual el orden en que son escuchadas las canciones expresa una intención particular del artista. Un ejemplo es el disco Lateralus de Tool, que cuenta con varias variantes en el orden de las canciones, muchas de las cuales están inspiradas en teorías o ecuaciones matemáticas.
Por ejemplo, el último disco de ABBA en su primera formación, The Visitors (álbum) de 1981, es un álbum no conceptual. Sin embargo es el álbum más "oscuro", alternativo y con sonidos más sintetizados y extravagantes que ha ofrecido el grupo hasta la fecha. Todas las canción hablan de un tema negativo: el divorcio, When All Is Said And Done (en Español: No Hay A Quien Culpar); el sentimienro de los padres al ver a sus hijos crecer, Slipping Through My Fingers (en Español: Se me está escapando); los soldados de una batalla, Soldiers; el excentrismo y el exceso, Head Over Heels; la guerra fría, The Visitors (Crackin' Up); Un hombre soltero que acude a una cita doble leída en un periódico, Two for the price of one; etc... Por lo tanto este álbum no es conceptual en sí mismo, pero presenta una configuración de canciones negativas, con un nuevo sonido y composiciones más melancólicas en conjunto, en contraste con el Pop más alegre que hicieron durante los 70. Esta tendencia continuó durante 1982 lanzando los sencillos Under Attack y The Day Before You Came. Estás canciones vuelven a presentar temas oscuros y ambientes extraños de sintetizadores. Según los propios miembros de ABBA, Björn y Benny, la canción (The day before you came) tiene una letra común: Esta mañana he visto la televisión, he desayunado, he tomado el tren etc... Sin embargo es la música lo que hace que parezca que un suceso extraño y trágico está por ocurrir o ya ha ocurrido, por eso la letra es ingeniosa e inteligente. -Ellos dijeron. De hecho la canción está compuesta musicalmente de forma repetitiva para que cuadre con el verso regular de I must, I must, I must, etc... (Yo debí haber hecho, yo debí, etc...) Haciéndola una canción trágica y continuando con la tendencia decayente del grupo, revelando una madurez tanto artística como en composiciones, como en ambientes y sonidos, marcando la etapa más conceptual del grupo, con otras canciones no lanzadas como I Am the city.