El aborto en Venezuela, entendido como interrupción voluntaria del embarazo o aborto provocado, es penalizado por el Código Penal del año 2000 excepto cuando existen amenazas a la salud de la mujer. Dicho código establece de seis meses a dos años de prisión para la mujer que se ha provocado un aborto, y la pena para un médico u otra persona que realiza el procedimiento con el consentimiento de la mujer es de doce a treinta meses; sin embargo, si la mujer muere la pena aumenta de cuatro a seis años; la pena máxima es de doce años en los casos que el aborto no es consentido por la mujer y le provoca la muerte.[1]
De manera extraoficial, de acuerdo con un estudio realizado en 2018 por la Asociación Venezolana para la Educación Sexual Alternativa (Avesa) en 5 centros de salud del país, esta asociación aseguró que por cada cuatro partos atendidos existía un aborto clandestino. Asimismo, este ente indicó que el aborto inseguro es la tercera causa de muerte materna en Venezuela.[2]